La Fundación HC Energía ha sido la encargada de esta publicación, con el objetivo de homenajear a los productos de esta franja de la Península Ibérica, desde Portugal al País Vasco, en el que se destaca la larga tradición enológica de Cantabria, con referencias al siglo IX. Esta obra es la continuación de otras dedicadas a la cultura atlántica en sus distintas manifestaciones.
El libro, que hace un recorrido por las bebidas que se producen en este área, como son los vinos de Oporto, en Portugal; la sidra asturiana, los vinos gallegos, o el paisaje del viñedo en el País Vasco, dedica 16 páginas, en las que se incluyen varias ilustraciones, a los vinos y aguardientes de Cantabria.
La publicación hace referencia al origen de los vinos cántabros, y destaca que Cantabria tiene una larga tradición enológica tal y como testimonian las primeras referencias escritas que se conocen, encontradas en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana en el siglo IX (año 826).
En concreto, en ellas se hace referencia a una donación de una viña por parte de Froila al abad Lavi, del monasterio de San Esteban de Mieses, y también al hecho de que en el año 1921, el rey Sancho IV otorgase un privilegio para la protección de las simientes, cepas y arcadillas de la villa de Potes, ordenando castigar la entrada de uva, vino o vinagre de otros lugares.
La obra, con numerosos referencias históricas al vino cántabro en ordenanzas del año 1486; acuerdos para crear una bodega en 1388, o una concesión otorgada a Santander en 1255 por Alfonso VIII para plantar viñas y pumares “hasta tres leguas enderredor de la villa”, dedica otro de sus capítulos a la elaboración en aquellas épocas de los vinos de la región, con el uso de prensas que presionaban los racimos sobre una piedra caliza llamada lagar.
Así llega hasta la historia reciente de los vinos cántabros, donde destaca que en la actualidad se están recuperando viñedos en dos zonas de la geografía regional que están amparadas por las denominaciones ‘Vino de la Tierra Costa de Cantabria’ y ‘Vino de la Tierra de Liébana’.
De ambas denominaciones el libro recoge tanto el área de producción, como las variedades de uva con las que se elaboran los vinos, y las bodegas que los producen.