El ayuntamiento, conocedor del reclamo turístico de estas fiestas, derrocha en iluminación, vistiendo las calles de Carmona de luces que resaltan la hermosa estructura de ciudad romana de este enclave favorecido por la historia y la naturaleza.
Un total de 45 agrupaciones participan este año en el concurso provincial de Carnaval de Carmona, cifra que supone un récord de participación en los veintiséis años de historia de este certamen, que finalizará el 17 de febrero, mientras que las semifinales tendrán lugar el 11 y 12 de febrero.
Además del concurso, tanto la Delegación municipal de Fiestas como la Asociación Carmonense del Carnaval están planteando incorporar varias novedades a esta fiesta, entre ellas, modificar el recorrido del gran desfile de carnaval y del desfile infantil para que ambos finalicen en la Alameda de Alfonso XIII, realizar un pasacalles con las agrupaciones y recuperar una papochada carnavalesca dirigida a los colegios de Carmona, que llevaba sin realizarse en torno a una década.
La Noche Carnavalesca tendrá lugar el 18 de febrero en la Caseta Municipal. Mientras los más pequeños tendrán su día en el Desfile Infantil, que discurrirá el domingo 19 de febrero a las 16.00 horas por la Alameda Alfonso XIII y el Real de la Feria.
El último día de carnaval se celebra el Entierro de la Sardina y la Quema de Don Carnal, un cierre de fiesta que reúne a todos en torno a una celebración que cada año recibe un mayor número de visitantes, como recoge la web de turismo Carmona.org.
El resurgir de Las Murgas
Desde 1768 se tiene conocimiento de celebraciones de máscaras en la ciudad, con un intervalo de prohibición por parte de la corona de 1782 a 1789. En ésta fecha una providencial visita de Carlos IV, permite retomar las fiestas, organizando un desfile de disfraces en su honor.
Numerosas prohibiciones y sucesivos levantamientos se suceden a lo largo del siglo XIX produciendo la clandestinidad en las fiestas, que nunca dejaron de celebrarse del todo. La guerra española y la posterior dictadura de Franco provocarían una censura que duraría hasta 1984.
Con la democracia comienza el resurgir del Carnaval Carmonés y lo hace de una forma asombrosa y fulgurante, prueba inequívoca del arraigo que dormitaba en el corazón carnavalesco del pueblo.
Muchos vecinos habían dormido en el cuartelillo por eludir la censura en sus cuplés y pasodobles. No sucumbían a la borra de las autoridades y ello les provocaba el consiguiente arresto y amonestación.
La llegada de la libertad al Estado español supone para Las Murgas de Carmona, un renacer impetuoso, convirtiendo al pueblo en referencia turística y cultural para el resto de Andalucía en estas fechas. Adquieren gran importancia gracias al anual Concurso Provincial de Agrupaciones Carnavalescas.