La semana el periódico Faro de Vigo se hacía eco de la noticia. Los nuevos propietarios del Pazo de Trasfontao, ubicado en Silleda (Pontevedra) iniciarán su rehabilitación de forma integral para uso privado.
El complejo histórico-patrimonial del Pazo de Trasfontao ha sido adquirido hace un año por una sociedad madrileña, que invertirá 1,3 millones de euros, destinando el inmueble a usos privados. El comienzo de las obras es inminente, pues al proyecto solo le faltan sendas autorizaciones de la Xunta de Galicia.
El Concello de Silleda otorgó el pasado 30 de diciembre en junta de gobierno una licencia de obra para la rehabilitación del pazo y de casetos anexos interiores y otra para una edificación contigua ubicada en el exterior del inmueble. El permiso fue solicitado por dos representantes de la firma Independencia 2 SA por encargo de los nuevos propietarios.
El proyecto presentado contempla una inversión de 119.360,61 euros para los trabajos en el edificio exterior, mientras que para el resto de las instalaciones la inversión prevista es de 1,24 millones de euros, lo que supone un montante total de casi 1,36 millones.
El órgano gubernamental aprobó, por unanimidad, otorgar la licencia municipal tras comprobar que los trabajos previstos cumplen con la normativa urbanística autonómica y local, si bien el permiso definitivo de obra deberá aguardar a obtener también el visto bueno de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas y de la Xefatura Territorial de Patrimonio Cultural, ya que el palacio se encuentra al pie de la Vía de la Plata del Camino de Santiago.
El pazo está situado en el lugar del mismo nombre, en el Camiño de Santiago y guarda en su interior uno de los exponentes barrocos que más sobresalen de Trasdeza. La casa situada enfrente a la capilla del pazo es una de las estancias que recibirán trabajos de rehabilitación. Otra de las ideas más ambiciosas es la reconstrucción del viejo palomar, al que se le mudará su uso original para convertirlo en una especie de museo o sala para albergar piezas de arte propiedad de los nuevos dueños.
La intervención para recuperar el edificio contempla igualmente más intervenciones en elementos arquitectónicos menores, como en su hórreo, dañado por un temporal en abril de 2008.
Los propietarios confirmaron a Faro de Vigo que el complejo tendrá un uso “única y exclusivamente privado”, por lo que se cierra la posibilidad de poder abrir el inmueble con fines turísticos como se había barajado con anteriores dueños, que proyectaron en la zona un complejo residencial y deportivo.