Esta es la quinta quiebra del año. Ya en el mes de enero, cuatro aerolíneas desaparecieron en dos semanas. Ahora, la low cost con sede en Brisbane, en el noreste de Australia, tras decidir el cese de actividades por la falta de liquidez para seguir operando, se puso voluntariamente en manos de un administrador.
Air Australia ha afirmado que los problemas de insolvencia eran tan graves que se vio obligada a tomar la decisión por su incapacidad económica para afrontar los gastos operativos básicos diarios.
Mark Korda de la administradora Korda Mentha, que ha sido designada por Air Australia para asumir la gestión de la aerolínea, precisó que unas 4.000 personas tienen reservas para regresar a Australia en las próximas dos o tres semanas y que se centrará “por el momento en la situación de los pasajeros en el exterior”.
La crisis de Air Australia se da un día después de que la aerolínea australiana Qantas anunciara una caída del 83 por ciento en su beneficio neto entre julio y diciembre de 2011 y el recorte de unos 500 puestos de trabajo.
Tras conocerse la medida, el director ejecutivo de Qantas, Alan Joyce, dijo que Qantas y su aerolínea de bajo coste, Jetstar, intentarán transportar de vuelta a Australia a los pasajeros afectados. El administrador indicó que solamente aquellos que pagaron con tarjetas de crédito o tienen un seguro contra insolvencia podrían recibir un reembolso de sus pasajes.
La aerolínea, que ofrecía vuelos internacionales a Bali (Indonesia), Phuket (Tailandia) y Honolulu (EEUU), además de varios vuelos domésticos, nació como tal apenas el pasado 15 de noviembre, cuando la aerolínea australiana Strategic Airlines anunció comenzando el mes que había decidido cambiar de modelo de negocio, convirtiéndose en una nueva aerolínea de bajo coste que operaría vuelos nacionales y a destinos turísticos de la región del Pacífico asiático.
Se trata de la quinta quiebra de una aerolínea en menos de un mes, desde el 20 de enero hasta la fecha, después de las de la checa Czech Connect, la alemana Cirrus Airlines, la española Spanair, la húngara Malév y, a punto, la austríaca Air Alps.