Ante esta convocatoria, la dirección de la compañía de Iberia, presentó ayer una demanda contra el sindicato de pilotos Sepla para que se declare ilegal esta huelga. La compañía llevaba valorando esta opción casi dos meses, pero esta última convocatoria, que llega a incluir nueve jornadas de paros al mes durante abril y mayo, toca de lleno en la línea de flotación de la rentabilidad de la aerolínea. Lo que era una huelga intermitente hasta el momento se ha convertido para la empresa en un conflicto abusivo.
Iberia entiende que con esta convocatoria, el Sepla ha lanzado un intolerable desafío a la empresa y toda la sociedad española por las consecuencias económicas y sociales muy negativas no solo para la empresa y sus empleados, sino también para el turismo y la imagen de credibilidad y solvencia de España.
La compañía hace un llamamiento al conjunto de sus pilotos, en especial a los que no entienden la actitud suicida del sindicato, para que paren este camino sin retorno y se sienten a negociar el convenio colectivo.
La dirección de la aerolínea intentará demostrar al juez que los continuos paros están causando un desproporcionado impacto económico y que el daño económico a la operativa diaria es exagerado.