Los responsables de la Academia Internacional de Gastronomía (AIG), asociación sin ánimo de lucro, fundada en 1983 con el propósito de proteger y desarrollar la cultura gastronómica, acordaron que fuese Barcelona la sede de la academia en el mediterráneo.
La candidatura ha sido aprobada por unanimidad, y el gabinete que ha decidido la nominación ha estado constituido por los presidentes de las academias de Siria, Francia, Italia, Bélgica, Portugal, Suiza, Estados Unidos y España.
La iniciativa ha recibido el soporte de la Academia Catalana de Gastronomía y del Ayuntamiento de Barcelona. La teniente alcalde de economía, empresa y ocupación afirma que la gastronomía añade valor a la marca Barcelona, que es un sector que crea trabajo y que ayuda a la ciudad a proyectarse hacia el exterior.
En el ámbito gastronómico, Barcelona ofrece un importante apoyo a iniciativas de éxito como ‘Barcelona Opportunity Week’ y colabora en conseguir que la cocina catalana sea considerada patrimonio de la humanidad por la Unesco.