El Oktoberfest de Portonovo enfría ya sus cervezas

Portonovo será de nuevo el centro de la cerveza alemana con la celebración de una versión muy especial del Oktoberfest. La famosa fiesta alemana que se celebra en Múnich desde 1810 entre los meses de septiembre y octubre encontró en esta localidad pontevedresa, una dura competencia, que ya ha puesto a enfriar cervezas para la esperada cita que se llevará a cabo esta semana, del 11 al 14 de octubre.

El Oktoberfest alemán es la fiesta popular (Volksfest, en alemán) más grande de Alemania y una de las mayores del mundo con unas visitas anuales medias superiores a los 6 millones de visitantes. Se desarrolla durante unas dos semanas, comenzando el primer sábado después del 15 de septiembre. Se celebra en el campo conocido como Theresienwiese (Prado de Teresa), en las inmediaciones del centro de Múnich, cerca de la Estación Central.

La Asociación da Xuventude Gata, colectivo cultural portonovés, que también se encarga del Asalto á Madama, decidió importar la festividad alemana el año pasado por primera vez y la cosa salió bien. Llegaron a juntar cerca de 8.000 personas, que bebieron 4.000 litros de cerveza y dieron cuenta de unas 2.000 salchichas.

La programación del festival Oktoberfest en Portonovo está ya preparada. Este jueves se abrirán las puertas a las 20.00 horas para todas personas que quieran beber cerveza rodeadas de buen ambiente y mucha música y fiesta. A las 23.30 horas habrá un concierto a cargo del grupo RKR.

El viernes, 12 de octubre, los puestos de comida abrirán a las 12.30 horas, y en cuanto a los espectáculos nocturnos, es el turno del monólogo, que correrá a cargo del televisivo humorista Isi. Además, prometen regalos y sorpresas para los que se queden en la carpa, que permanecerá abierta hasta las dos y media de la madrugada.

Los platos fuertes están reservados para el sábado. Por la noche se subirán al escenario bandas de Portonovo de rock and roll y por la tarde habrá juegos populares alemanes y se celebrará un nuevo concurso. Se trata de una prueba de resistencia dividida en dos modalidades: cerveza y salchicha. El objetivo es comprobar quien come (o bebe) más durante dos minutos de frenesí culinario.

Como broche final el domingo servirá para hermanar las culturas germana y galaica, con música tradicional y degustación de los manjares bávaros. Además, habrá se servirán uno de los platos más típicos de la entrada del otoño, los callos, para aquellos que quieran hacer un descanso en el menú oficial.

Por la noche también habrá actuaciones de diversas agrupaciones culturales de Sanxenxo, que colaboran activamente en el evento.

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