El “Fulión Tradicional do Entroido de Manzaneda” es uno de las fiestas carnavalescas más características de Ourense y forma junto con los Entroidos de Verín, Xinzo de Limia, Laza y Viana do Bolo los cinco más importantes de cuantos se celebran en la comarca.
El Entroido de Manzaneda, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional, gira alrededor de las Mázcaras, personaje principal que sale ataviado con un peculiar y vistoso gorro que va dando saltos y giros. Con su gran Pucho en forma cónica, engarzado por brillantes cintas de colores y sujeto a la cabeza con un paño que impide identificar a su portador. Además llevan un bastón, polainas blancas, puntillas de una gran variedad cromática y, cruzada sobre el pecho, una singular mantilla floreada. A la cintura portan varios cencerros o “chocallas”, que utilizan en medio del bullicio para guardar el ritmo.
Un dicho popular expresa que una Mázcara que baila bien debe saber hacerlo sobre la base de una “tega” (antiguo cajón que servía como medida para el grano), girando de puntillas y sin despegar del suelo. Le acompañan el Toro, el Torero y el Oso, figura ancestral ataviada con cueros y lanas de oveja.
Las actividades del Entroido de Manzaneda se organizan entorno a los Fulións, embajadas musicales que se envían unas parroquias a otras. Cada una lleva un jefe y varias Mázcaras, que en su recorrido van haciendo sonar sus “chocallas”, acompañadas por el ruido de hazadas, guadañas, astas de cuerno, caracolas marinas, cajas y gaitas.
Al terminar pedirán permiso oficial para dirigirse a la era, lugar donde se concentrará la multitud para dar paso a la sátira popular. La fiesta terminará con el Reparto del Toro, acto burlesco en el que los aludidos corresponden invitando a bebidas y dulces.
El Martes de Entroido tiene lugar la concentración de Fulións en la villa, rematando en una comida popular a base de vino, jamón, chorizos y otros productos del cerdo.
Uno de los grandes momentos más importantes de la fiesta carnavalesca en Manzaneda es el que escenifica la rivalidad entre las parroquias de la zona: las representaciones satíricas del día a día, en las que los rumores de infidelidad, accidentes, enfermedades y otros hechos, son utilizados para ridiculizar o ensalzar con sus versos los aconteceres del año que acaba de finalizar.