“Las fotografías de Viéitez son la memoria pura y dura de un momento de la historia de la Galicia rural”
La exposición dedicada al fotógrafo pontevedrés Virxilio Viéitez (1930-2008), coproducida por el MARCO de Vigo y Fundación Telefónica, que exhibe más de 300 fotografías ya pudo visitarse en el centro vigués entre los meses de octubre de 2010 y abril de 2011. Ahora la muestra se ha trasladado a Madrid donde se exhibirá en el Espacio Fundación Telefónica.
La retrospectiva, comisariada por Enrica Viganò, reúne más de 300 imágenes, tanto sus trabajos más conocidos como obras inéditas, materiales originales del estudio del fotógrafo pontevedrés, vintages de la época, cámaras, películas y objetos personales.
Una parte de la muestra está dedicada a las fotografías de los documentos de identidad, realizadas siempre sobre fondo blanco, que ofrecen una representación etnográfica de gran valor y concluye con las primeras fotografías en color, que marcan el avance de una época en la que la innovación tecnológica coincide con cambios políticos y sociales que afectan al lenguaje fotográfico.
Vieitez está considerado hoy uno de los fotógrafos documentalistas más importantes del Estado español, aunque durante años sus negativos permanecieron olvidados, recordó ayer el director del MARCO museo Marco de Vigo, Iñaki Martínez Antelo durante la presentación de la muestra, en la que participó también la hija del fotógrafo, Keta Viéitez.
Virxilio Viéitez aprendió en Palamós lo que era una propina de la mano del fotógrafo Juli Pallí, quien lo introdujo en el cuarto oscuro. Allí se curtió fotografiando a turistas extranjeros (que pagaban por adelantado y ofrecían alegremente el tintineo de la vuelta) antes de regresar a Galicia, donde retrató el paisanaje de la comarca de Terra de Montes.
Viéitez fotografió así el rostro de Galicia, un frondoso árbol genealógico entre el que se abriría paso, décadas después, la hija del que en breve iba a ser considerado artista. Keta, cuyo padre le había prohibido en su infancia entrar en la sala de revelado que había dispuesto en su propia casa por temor a que la prole se envenenase, tuvo el arrojo de llevarse a hurtadillas hasta su habitación una caja en la que habían parido cinco gatos: cuando la abrió y desplegó sobre la cama los negativos, entendió que su padre guardaba un tesoro.
La exposición, que rinde homenaje al retratista pontevedrés que tuvo que esperar a la antesala de su muerte para ver cómo su rutinario trabajo se convertía en una obra de autor, se completa con el documental “Virxilio Viéitez. Más allá del oficio” (2005), de José Luis López Linares, los ciclos de conferencias “Galicia, los años de Virxilio Viéitez” y “El cine en Galicia, Galicia en el cine”, un curso de iniciación a la fotografía digital, talleres dirigidos a familias, un certamen on line de fotografía “Mi otro DNI” en www.espacio.fundaciontelefonica.com, que se desarrollarán durante el primer cuatrimestre del año, y la pieza de microteatro “Foto Viéitez. Soutelo” compuesta por el músico y escritor Víctor Coyote específicamente para esta muestra que, según la responsable del departamento de arte de Fundación Telefónica, Laura Fernández, no solo tiene un importante valor artístico, sino también sociológico. “Las fotografías de Viéitez son la memoria pura y dura de un momento de la historia de la Galicia rural”, afirmó.