Paradores de Turismo reabrió este pasado sábado ocho de los 25 que se vieron afectados por los cierres temporales aplicados por la cadena hotelera pública dentro de su plan de reestructuración que supuso también el despido de 350 empleados.
Los establecimientos que vuelven a su actividad normal, por temporada, son los de Aiguablava (Girona), Alcañiz (Teruel), Cardona (Barcelona), Fuente Dé (Cantabria), Guadalupe (Cáceres), La Seu de Urgell (Lleida), Santo Estevo (Ourense) y Vic (Barcelona).
La reapertura de estos hoteles llevará consigo la mejora de servicios y la potenciación de actividades especiales, en varios de ellos centradas en la gastronomía, como es el caso de los Paradores de Aiguablava (Girona), Cardona y Vic-Sau (Barcelona) y Seo D’Urgell (Lleida), quienes en sus menús harán un especial hincapié en la cocina tradicional de sus respectivas regiones geográficas.
Además, tiene previsto reabrir otros diez paradores durante este mes de marzo. El 13 lo hará Bielsa (Huesca); el 15 Cervera (Palencia), Villafranca del Bierzo (León), Puebla de Sanabria (Zamora), Albacete, Ayamonte (Huelva), Limpias (Cantabria), Tui (Pontevedra) y Verín (Ourense); mientras que el 17 lo hará Cazorla (Jaén).
Otros dos paradores ya reabrieron el pasado mes de febrero. Fueron el de Sos del rey Católico (Zaragoza), el día 14, y el de Monforte de Lemos (Lugo), que lo hizo el 16. El rioojano de Santo Domingo de la Calzada lo hará el 1 de mayo.
Otros tres paradores cierran temporalmente en otros periodos del año. En concreto, Arties (Lleida) en primavera y Viella (Lleida) y Zafra (Badajoz) en otoño. Por su parte, el de Alcalá de Henares (Madrid) cierra uno de sus restaurantes en verano.
La dirección de Paradores de Turismo presentó a finales del pasado año un plan de medidas destinadas a asegurar la supervivencia de la compañía. El objetivo de la reestructuración era garantizar la continuidad de la red hotelera pública, adecuando su plan de operaciones a la realidad del sector y de la actual demanda, controlando los costes operativos, situándose en posición competitiva y reduciendo las pérdidas acumuladas desde 2007.
Según el comunicado emitido en su momento por la compañía, su situación financiera de la compañía resultaba insostenible. A la caída de la demanda (pasando de un índice de ocupación del 70% en 2007 a un 52% en 2012) se unían las pérdidas acumuladas de 77 millones hasta 2011, y las pérdidas previstas para 2012 que ascendían a otros 30 millones. Paradores aseguraba que, de no tomar medidas, en 2013 las pérdidas alcanzarían los 139 millones.