Dentro del ciclo Placeres Ocultos comenzamos el nuevo año con el concierto de Balago en la Galería Trinta. Espacio abierto a diferentes manifestaciones del arte contemporáneo, desde su nacimiento en 1985 ha llevado a cabo una coherente línea expositiva de gran calidad que la sitúa actualmente como un referente fundamental en el circuito artístico de nuestro país.
“Darder”(2013) , el último disco del proyecto liderado por David Crespo pone un punto y seguido en su particular búsqueda sonora, sin desviarse en ningún momento de la identidad del grupo. Siendo como son, una rara avis en territorio nacional, llevan años evolucionando un sonido que sería la banda sonora perfecta para un oscuro paisaje emocional. Desde “Erm”, publicado en 2001, la singladura de Balago camina recorriendo parajes de electrónica de intimísimo calado en los que la inquietud y la versatilidad dominan cada uno de sus movimientos. Vivencias recurrentes a través de sonidos ásperos y ambientes deconstruidos a base de patrones filtrados y modificados que se organizan como pequeñas piezas de metal sintético engranándose a modo de canciones dentro de otras canciones. Citando a Thomas Köner “Todo lo visual y todas las impresiones sonoras son ruido, por supuesto. Es solo lo que tú puedes hacer con tu percepción lo que le da sentido. Las interpretaciones que puedes hacer son en realidad muy abiertas. Esto es lo que he intentado siempre: construir un espacio sin llenarlo, permitir que el oyente lo llene”
Se dice que, si en lugar de provenir de La Garriga (Barcelona), Balago procedieran de algún rincón de Inglaterra o Estados Unidos su música sería todo un fenómeno a nivel internacional, ya que se emparenta con sonidos actuales de gran calado como los que realizan Andy Stott, Burial, The Caretaker o Raime. De hecho, su reciente inclusión en el cartel del Sónar 2014 les posicionará dentro de la órbita de los mejores talentos de la electrónica por lo que su actuación en Santiago será un gran acontecimiento.
Quitar, en vez de poner. Emocionar, en vez de impresionar . Sentir, en vez de escuchar. Despedir el nefasto 2013 y comenzar el 2014 con Balago, una propuesta musical casi apocalíptica no parece la mejor de las opciones, pero establecer una analogía entre la búsqueda de belleza, emociones y sensaciones que provoca su música y los deseos para el nuevo año son, en definitiva, una magnífica forma de comenzar el 2014.
Fuente: Desconcierto Cultural