Esta muestra, promovida por los descendientes del escultor de Cambados con motivo del 125 aniversario de su nacimiento, se inauguró el 2 de julio y recibió 900 visitas durante ese mes. Posteriormente, la gran oferta cultural durante la Festa do Albariño hizo que muchos aprovechasen para ver la muestra.
La exposición recoge obras de Asorey poco conocidas por el gran público. Así lo decidió la familia del artista teniendo en cuenta que en 2011 Cambados ya había acogido una muestra con las piezas más famosas con motivo del 50 aniversario del fallecimiento. Buena parte de los fondos, de hecho, pueden considerarse inéditos, al pertenecer a los propios descendientes.
“O Asorey descoñecido” incluyó también una de las grandes obras del cambadés, como es el San Cristóbal de más de dos metros de alto que está depositado en uno de los cuarteles que el Ejército de Tierra tiene en Madrid. Se trata de una pieza de madera policromada que impacta al público por sus dimensiones, y que Asorey terminó en 1947 tras un encargo de un coronel para la ya desaparecida Escuela de Logística del Ejército de Tierra.
La madera fue importada y el propio Asorey se encargó de recogerla en el puerto de Ferrol. Posteriormente se expuso con gran éxito en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Una vez más, pero ahora en Cambados, el San Cristóbal ha dejado boquiabiertos a numerosos visitantes, tal y como constata el personal del Ayuntamiento.
En el caso de Santiago, la conmemoración del nacimiento de Francisco Asorey adquiere una relevancia especial al coincidir con la celebración también de los 800 años de la peregrinación de San Francisco de Asís a la ciudad. Y es que precisamente la imagen de San Francisco que preside el acceso a la iglesia conventual de igual nombre lleva la firma de Asorey. Posiblemente, esta sea una de sus obras más fotografiadas, pues no son pocos los turistas y visitantes de la ciudad que se van con una imagen en sus cámaras de esa fachada, y de su representación del santo de Asís, recientemente restaurada.