Santo Antônio da Patrulha, una pequeña localidad al sur de Brasil ha sido la elegida para albergar esta réplica del camino. Está situada a 70 kilómetros de Porto Alegre y en realidad tiene pocos aspectos en común con la capital gallega, salvo por el parecido del paisaje de Rio Grande do Sul con el de las últimas etapas del Camino de Santiago.
Se trata de un tramo sin muchas complicaciones: una pista de tierra sin grandes obstáculos, entre suaves colinas arboladas y campos de cultivo. Uno de sus principales atractivos es la multitud de miradores que hay en durante el transcurso, uno de ellos con una bonita vista sobre la laguna de Barros.
Para que el camino se asemeje más a la experiencia compostelana, los impulsores del proyecto han diseñado un sistema de credenciales que los peregrinos tienen que sellar en los distintos puntos del recorrido, tal y como ocurre en el camino original.