Durante el pasado mes de diciembre, en muchos lugares del centro y el norte de España tuvo lugar la tradicional matanza del cerdo. El frío y el tiempo libre son los mejores aliados para que las familias y los vecinos se unan –no tanto como antaño—para matar al animal que se ha ido criando a lo largo del año.
Uno de los platos que siguen inevitablemente a los sacrificios porcinos es el picadillo de chorizo, o zorza. Este manjar está compuesto de carne de lomo adobada con aceite, ajo, sal, pimiento dulce y picante, aunque también se le puede añadir vinagre, especies aromáticas, cebolla e incluso vino.
Éste es el principal ingrediente de los chorizos, aunque es posible encontrarlo desmenuzado. Obviamente, no hay que esperar hasta casi el invierno para poder probarlo, ya que se encuentra en cualquier supermercado durante todo el año. La mejor forma de prepararlo es friéndolo acompañado de patatas, ya sean fritas o cocidas, y huevos también fritos. Por lo que se pueden imaginar, es un plato contundente, de alto contenido calórico y muy apropiado para las épocas de frío.