La Galería José Lorenzo amplía la exposición "PAPEIS DA CONCIENCIA RENOVADORA" hasta el 15 de Agosto

La galería compostelana José Lorenzo ha decido ampliar la exposición “Papeis da Conciencia renovadora”, hasta el próximo 15 de agosto, debido a la gran acogida que ha tenido durante el mes de junio. La muestra, que concede gran protagonismo al soporte en papel, añade nuevas obras de, entre otros, Pérez Villaamil, Antonio Fernández, Manuel Colmeiro, Granell, Castelao o Urbano Lugrís. Estas piezas se unen a las más de 100 obras representativas de la vanguardia gallega, nacional e internacional. Por supuesto, la incorporación de nuevos trabajos se ha hecho manteniendo la coherencia y el respeto por la propuesta expositiva original. Las obras están a disposición de los interesados a precios atractivos y reducidos. Dentro de la obra internacional cabe destacar un retrato de Dora Maar realizado por Pablo Picasso, una presencia especialmente relevante por varias razones. Primero, por tratarse de uno de los mayores artistas de renombre de la historia del arte y por ser padre de esa conciencia renovadora que da título (y forma) a la exposición. En segundo lugar, por ser el Año Picasso, que conmemora el 120 aniversario de la primera exposición del pintor. Acompañando al creador del cubismo, se expondrán obras de otros grandes autores como el colombiano Fernando Botero, con sus figuras de volumetría exaltada y contornos definidos, o de la surrealista hispano-mexicana Remedios Varo, con una obra cargada de misticismo onírico, típico de la artista.

Además, la galería José Lorenzo se mantiene fiel a su línea expositiva habitual y, por ese motivo, la muestra incluye a todos los grandes autores de la plástica gallega. De este modo, se ha planificado un recorrido cronológico, ahora ampliado, que discurre desde el romanticismo, con dos edificios religiosos de Jenaro Pérez Villaamil, hasta el movimiento Atlántica, pasando por las aportaciones de “Os Novos”. Del último tercio del siglo XIX, lucen tres obras de Isidoro Brocos, maestro de Pablo Picasso, que sobresalen por su dibujo realista y por su temática costumbrista. La representación del movimiento renovador es masiva: Torres, Seoane, Maruja Mallo, Laxeiro o Urbano Lugrís. De este período despunta Carlos Maside, con una grotesca escena de cabezudos; Colmeiro, con una cuidada composición de temática costumbrista; o la caricatura del galeguista Santiago Casares Quiroga por Álvaro Cebreiro, autor del seminal manifiesto Máis Alá. De época posterior, cabe destacar al ourensano Grupo Volter con una magnífica obra de Xaime Quessada, con reminiscencias cubistas de su primer paso por París. Xosé Luis de Dios, otro miembro de ese grupo, demuestra su calidad con una pieza que simbiotiza el primitivismo con el expresionismo y las experiencias constructivas de la vanguardia internacional. Resultan, del mismo modo, muy impactantes una serie de tintas de Camilo Otero dotadas del vigor que concede a su obra escultórica. Concluye la muestra con una serie de autores que tienen en común sus experiencias abstractivas, pero que, sin embargo, difieren en concepto. Dentro de ese conjunto se hallan Leopoldo Nóvoa, Antón Lamazares o Rafael Baixeras.

OBRA EN PAPEL Esta muestra brinda al público la oportunidad de comprobar que la obra en papel atesora, en no pocas ocasiones, la misma calidad que un tradicional óleo sobre lienzo. Este material brinda con frecuencia a los artistas un terreno de libertad y experimentación por el que difícilmente transitan en otros soportes. Es, en efecto, muy complicado comprender la obra de algunos autores con conciencia vanguardista sin entender su trabajo como un todo coherente y unitario donde el papel adquiere una relevancia considerable. Por otro lado, el precio de cotización en papel se mueve en unas cifras que hacen asequibles obras de autores referenciales a, prácticamente, todos los amantes de la creación plástica.

OBRAS CLÁSICAS COMO COMPLEMENTO Un grupo de obras en óleo constituyen el complemento perfecto a la presente exposición. Cronológicamente, arrancan con la Xeración Doente, a finales del siglo XIX. Cabe destacar, de este período, una excepcional vista de la Sierra de Guadarrama pintada por Ovidio Murguía. Otro de los lienzos más sobresalientes sería una escena de siega, de los años 30, autoría de Manuel Colmeiro. Y, dentro de ese costumbrismo renovador, llama poderosamente la atención un trabajo de Manuel Pesqueira de fuerte carga identitaria. Junto a estas tres obras despunta un óleo de Julio Prieto Nespereira que, en su fusión de cubismo y expresionismo, enlaza con la figuración internacional del período de entreguerras. Otras obras que comparten este espacio expositivo son autoría de Luis Seoane, Xaime Quessada o Laxeiro.