Inicio » Cerdeña, sol y playa de los de antes

Cerdeña, sol y playa de los de antes

by labsgrup_pablo

Este verano ponemos rumbo a una isla eterna en el corazón del Mediterráneo occidental. Cerdeña es un cuento que se nos aparece como una perla de historia entera; cada fracción de ínsula nos recuerda algún episodio antiguo que parece querer recobrar vida a la primera ocasión.

La modestia es la maniobra preferida de la seducción, así, la antigua Sardes nos recibe con un rostro humilde y calmado; llegamos al aeropuerto de Alghero y nuestra primera impresión podría ser la de haber llegado a un lugar por explorar, no a uno de los destinos más queridos por los viajeros de Europa. Lo que podría parecer descuido es, como nos enseñan los lugares donde la Historia ha dejado sus huellas imborrables, una puerta hacia un significado más profundo: la terminal reducida o la aparente calma de os taxistas apostados significa que Cerdeña se guarda de venderse al turismo desbocado y que, para seguir siendo lo que son, han de de proponerse guardar todo lo que hace de esta isla un lugar único.

Es posible que esta prudencia haya salvado todo lo genuino sardo que podemos ver, sentir y vivir: desde un entorno natural que ha sido razonable y mesurado en cuanto a las alteraciones introducidas por el turismo de masas –y podríamos hartarnos de dar ejemplos de destrozo del litoral a lo largo de la Europa mediterránea– como en el humor la la hospitalidad de las gentes sardas. Aún se mantienen amables de corazón, sin la zalamería impostora de quien tiene que atrapar turistas con miel ni el hartazgo de quien se puede ver expulsado de su entorno por el turismo descontrolado. Los sardos son amables y hospitalarios de verdad sin cargar con tópicos.

Así que, con algunas excepciones, Cerdeña es el lugar ideal para disfrutar del turismo de playa de verdad: calas de arena dorada y blanca, aguas de un intenso azul turquesa como encontramos en Berchida, costa noreste. El paisaje que arrulla estas playas de cuento permanece casi intacto: verdes prados, floridas colinas, ovejas pastando y espacios en los que lanzarse al agro turismo, como Su Meriacru.

banner

En la misma región noreste encontramos la playa de Tentizzos, que se nos presenta con rocas escarpadas, ligeras y agudas, una extraña belleza que guarda algo de evocación lunar. Se llega por una de las carreteras más bonitas de Cerdeña, la provincial que une Alghero con Bosa y que serpentea entre acantilados de película. También en el norte encontramos Rena Majore, de arena blanca, recogida y entre pinares, muy cerca de Santa Teresa de Gallura, un encantador pueblo costero donde están atracados los barcos que llevan Córcega y próxima al espectacular Sea Lounge de Cala Spinosa, un lugar ideal para tomarse un cóctel y disfrutar con los atardeceres, que aparecen pintados con colores que apenas sí podríamos imaginar combinados.

Los rincones interminables de Cerdeña

Como podemos imaginar, la isla no se acaba en sus increíbles playas: hacia el interior encontraremos las bellas teselas que componen el mosaico sardo, como las zonas monumentales de Alghero o Cagliari, la capital. Una de los lugares que no podemos dejar de visitar en Cagliari es el barrio del Castillo, que arranca en el Bastión y se extiende por estrechos callejones empedrados desde el suelo hasta lo alto con el Duomo como punto más elevado. Lo mejor: no se trata de un mírame y no toques sino que está cuenta con una vida cultural, plena y nocturna. Florecen los talleres de artistas, bares con panorámicas impresionantes como el Libarium Nostrum y clubes como el Muzak.

Cerdeña adora a sus artistas, así que haríamos bien en no perder de vista las obras de los más reconocidos sardos de hoy, como Tellas y sus naturalezas abstractas o Crisa, autor de muchos murales en la capital y del mural que decora la fachada trasera de la nueva sede del MAN, el museo de arte contemporáneo de Nuoro, en el centro de la isla, y donde se acumula gran parte de los museos y vida artística sarda de hoy y ayer. Podemos visitar museos como el Etnográfico, Arqueológico, MAN y Tribu. Este último abierto está dedicado exclusivamente al arte sardo, y entre sus fondos destaca la extraordinaria muestra permanente dedicada a Ciusa.

La pulsión artística se extiende por los pueblos más pequeños y del interior: los muralistas contaron la historia social y política del pueblo en las paredes de Orgosolo; o encontramos en Orani un deseo de modernidad encerrado en el museo Nivola.

Este insistencia por el arte contemporáneo llega hasta la otra gran ciudad de la isla, Sassari, donde destacan el centro cultural artístico auto gestionado Ex-Q, abierto a toda la población en una antigua comisaría, y espacios expositivos como LEM o Wilson.

Arte, playas sin explotar, una población genuinamente hospitalaria y rincones por descubrir a cada instante…No sabemos si Cerdeña es la felicidad, pero se le parece mucho.

Murales de Orgosolo.  Pic by Heather_On_Travels.

Murales de Orgosolo.
Pic by Heather_On_Travels.

Orgosolo_murales_(1)

También te puede interesar

Somos un DMC (Destination Management Company) en Santiago de Compostela que está prestando servicios desde el año 1992. Nos especializamos en actividades y servicios en el Camino de Santiago, España Verde y Ciudades Patrimonio.

Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Are you sure want to cancel subscription?
-
00:00
00:00
Update Required Flash plugin
-
00:00
00:00