El proyecto megaminero de Touro-O-Pino-Boqueixón no es la única amenaza que se cierne sobre las etapas finales del Camino de Santiago. Aún es reciente la protesta contra el proyecto de Atalaya Mining, que amenaza los últimos kilómetros del camino Francés y que reunió a miles de personas en la praza do Obradoiro. La prensa generalista de Galicia ha hecho público que el grupo Toysal, con sede en Vigo, inició trámites administrativos para instalar una planta de reciclaje y gestión de residuos en los terrenos que ocupaba la antigua cantera de Casalonga, en el término municipal de Teo, última etapa que recorren los peregrinos del Camino Portugués.
La empresa ha pedido una solicitud de compatibilidad urbanística, primer paso administrativo antes de reclamar un permiso de obra. El proyecto que la empresa ha dado a conocer incluye una balsa de almacenamiento de residuos –lodos industriales procedentes de depuradoras y conserveras, principalmente– con siete mil metros cúbicos de capacidad. Además de los lodos, la planta también procesará purín, estiércoles y los restos de animales que no se aprovechen para consumo humano.
El proyecto incluye además dos depósitos de gas con capacidad de almacenamiento de mil metros cúbicos cada uno, una nave de dos mil metros cuadrados y un espacio para el lavado de los camiones que deben transportar los residuos orgánicos y lodos hasta la planta de tratamiento. Los tanques acumularían el biogás producido por el reciclaje de las 70.000 toneladas de lodos y restos orgánicos descompuestos que se tratarían al año en Casalonga.
Origen del proyecto
El grupo Toysal presentó un proyecto inicial para depositar inertes, despojos de construcción en el lugar, para después cubrirlos con un manto de tierra y repoblar con árboles. Un tiempo después, el proyecto presentado cambió amparándose en la nueva ley del Suelo de 2016 que recalifica el terreno rústico, y que permitía una obra de dimensiones mayores.
La corporación local de Teo se mostró praocupada por la iniciativa de Toysal y mostró su preocupación por un proyecto que se abrirá a apenas 300 metros de un núcleo de población. Los representantes civiles temen que el tránsito continuado de camiones y los posibles malos olores que emanarían de la planta afectasen irreversiblemente a los vecinos. Tanto los grupos políticos con representación en el consistorio de Teo como los propios vecinos mostraron su rechazo al proyecto. Los vecinos comenzaron a organizarse en contra del proyecto con la Plataforma Casalonga Libre de Residuos.
La organización ecologista Adega señaló que el proyecto no es exacto en cuanto a la capacidad que la planta podría asumir y que para poder tratar la cantidad de residuos que planea Toysal haría falta una planta mucho mayor. También señalaron que el agua necesaria para realizar los tratamientos tendría una difícil salida como agua de riego para plantaciones de eucaliptos, función que señala el informa de la empresa.
El Camino Portugués, afectado
El lugar de Casalonga se encuentra justo en la parte final de la etapa Padrón-Santiago del camino Portugués. El año pasado casi 70.000 peregrinos recorrieron en 2017 el Camino Portugués y el camino Portugués por la Costa. La apertura de un centro de las dimensiones que se proyectan supondría un riesgo para la seguridad de los peregrinos ya que el tránsito casi continuado de camiones de gran tonelaje comprometería la integridad y el beneficio que aporta el Camino a la comunidad.