Si disponemos de menos tiempo del que desearíamos para conocer un país inmenso y milenario como Japón, un buen consejo es comenzar por Tokio. La moderna capital del imperio guarda en su inmensa extensión las maravillas del mundo del porvenir y los tesoros del período Edo –antiguo nombre de la ciudad, renombrada en 1868– que descubriremos, sobre todo, en la arquitectura palaciega, religiosa y en los jardines los circundan. Tras Tokio, la ciudad de Kioto recoge el testigo de la delicadeza y la conservación exquisita del eterno pasado del shogunato. Un Gran viaje que une a las dos capitales del trono del cerezo en flor.
Transporte público: una de las ventajas con las que cuenta un viaje organizado es que os resuelven la papeleta de tener que arreglar los pases para los diferentes transportes públicos que es necesario tener. Y por necesario queremos decir imprescindible. Las distancias son inabarcables y el urbanismo contemporáneo de una megalópolis tiende al caos para los visitantes. Aunque no es una tarea imposible, es necesario planificarlo un poco para tener seguridad y disfrutar del primer contacto en Japón. Existen web especializadas que explican cómo funciona el transporte público en Tokio y Kioto. Aún así, la gran ventaja de contratar un Viloria Gran Viaje es que no tendréis que preocuparos más que de vivir la experiencia.
Tokio
Tras llegar y descansar en el hotel Villa Fontaine Shiodome, comienza el primer paso del Gran Viaje. La visita que incluye alguno de los hitos de la historia del Japón: el santuario Meiji, los templos Sensoji y Namakise en Asakusa, así como una visión del Tokio futurista, el que inspiró un cambio total en cómo se imaginó el futuro en el cine (recordamos cuando Ridley Scott nos enseñó las ciudades del futuro en 1982 con Blade Runner) en la terraza del World Trade Center: 152 metros para observar Tokio desde el cielo.
Durante nuestra segunda jornada en la capital nos llevará a conocer el entorno natural que se abre a las afueras de la gran ciudad: podemos conocer el entorno de Nikko, joya del patrimonio natural por el que discurre la I-Ro-Ha, o carretera del rey, donde podemos contemplar las impresionantes cataratas de Kegon y el templo Nikko Toshogu.
La tercera jornada (cuarto día de viaje) nos trasladaremos en tren bala para conocer Nara. Después de contemplar las luces futurísticas, las calles que serpentean y las inmensas torres de la vida vertical tokiota, nos adentraremos en una de las capitales espirituales de Japón. El Imperio del Sol naciente tuvo el sintoísmo como primera expresión espiritual mayoritaria; con el advenimiento del budismo a través de China, ambas filosofías se complementaron. Nara guarda costumbres sintoístas, como la costumbre de tratar la naturaleza como una manifestación de la divinidad; así, encontraremos que los ciervos de Nara se tratan como emisarios de los dioses y reciben un trato amable y especial. Podremos darles de comer y pasear compartiendo su espacio. Junto a esta costumbre, en el inmenso parque natural se levantan algunos de los más sobrecogedores templos budistas, como los de Kasuga Taisha, el templo Todaiji –que alberga la estatua del Gran Buda— y disfrutaremos de uno de los parques naturales más famosos de Japón.
A la vuelta, empieza nuestro viaje por Kioto, capital shogun.
Kyoto
La majestuosa herencia del pasado imperial aún permanece en Kioto. Tras el traslado de la capitalidad a Tokio durante la restauración Meiji (aunque la fecha exacta del traslado de la capital aún es objeto de discusión) Kioto permaneció como capital cultural de Japón. Sus magníficos palacios albergaron universidades y centros de cultura. Es posible que este uso salvase a la ciudad de los bombardeos aliados durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que el patrimonio que visitaremos es original y no una reconstrucción, como se hicieron en muchos puntos del país.
Así, alguna de las joyas arquitectónicas dentro del circuito previsto son el pabellón Dorado (Kinkakuji), el templo Ryoanji o la zona de Arashiyama –que incluye el templo Tenryuji, el Bosque de Bambú y el puente Togetsukyo— como lugares que visitaremos con guía. Una ciudad con tanta historia y presente tiene otros muchos atractivos para descubrir. A lo largo de la penúltima jornada de nuestro viaje, podemos disponer de un día libre para descubrir algunos de los lugares más significativos de Kioto: el barrio de Higashiyama, un túnel al pasado; la diversión en los muchos estudios henshin, o conocer na de las calles más famosas de la ciudad, Pontocho.
También está a nuestra disposición una excursión guiada en castellano durante todo el día a Hiroshima y Miyajima. La primera localidad es tristemente célebre por haber sido el objetivo del primer ataque con bomba nucleares de la Historia. La mañana del 6 de agosto de 1945, un bombardero estadounidense desencadenó el mayor horror bélico conocido hasta la fecha. Un ataque cuyos efectos marcaron la historia y cuya justificación ética está en duda. Las espantosas consecuencias para la población civil hicieron de esta ciudad un centro universal de paz y entendimiento. Así, encontramos el Parque de la Paz como lugar imprescindible de nuestra visita.
La visita sigue en Miyajima, isla declarada Patrimonio de la Humanidad y lugar reconocido como uno de los tres paisajes más bellos del país.
El hito más importante es el santuario de Itsukushima es uno de los lugares sagrados sintoístas más bonitos y mejor preservados de todo Japón y un ejemplo valioso y único de arquitectura tradicional en un entorno natural maravilloso. De hecho, el santuario es tan reconocido e importante que cambió el nombre de la isla. Originalmente, el nombre de la ínsula es Itsukushima, pero su nombre popular, Miyajima, significa isla del Santuario. Al final de la jornada, emprenderemos el regreso a Kioto.
El séptimo día podemos escoger entre pasar tiempo libre en la ciudad antes de dirigirnos al aeropuerto de Kansai para tomar un avión de regreso a España o alargar un poco más nuestro viaje con una visita al monte Koya y la ciudad de Osaka. Una visita al indómito norte japonés, ejemplo de cómo la accidentada geografía y la exposición a los elementos modeló el carácter y el destino del imperio del Sol Naciente.
Condiciones de viaje
Para consultar precios de transporte y estancia de este viaje, visite la web viloriagrandesviajes.com.