Nueva imágen del parteluz (vía RTVE)
El Pórtico de la Gloria vuelve a estar abierto al público después de diez años de trabajo de restauración y una inversión de 6,2 millones de euros. El aspecto del programa escultórico creado por el Mestre Mateo recupera la policromía con la que fue concebido en el siglo XIII. Los vivos colores que vestían a los protagonistas de la escena escatológica más famosa del mundo románico habían sido enterrados bajo capas de suciedad, sales, restos biológicos y acumulaciones acrílicas y de mortero.
Ahora los visitantes pueden recuperar una impresión similar a la de los peregrinos medievales. los profetas, evangelistas, apóstoles o condenados al infierno recuperan su aspecto vivo e impresionante.
El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, añadió que el conjunto no recibió ninguna policromía que no estuviese presente en el programa inicial del Mestre Mateo.
Los tonos de las caras de apóstoles y profetas, las letras de las cartelas, los coloridos ropajes y hasta la sangre de Cristo que preside el tímpano central pueden observarse con gran detalle gracias a un proceso de rehabilitación y conservación que ha devuelto el esplendor a una historia que “comienza hace ocho siglos y medio”, recordó monseñor Barrio.
POLICROMÍAS
El aspecto colorido es el aspecto más novedoso de la restauración. Durante la presentación de pórtico renovado, se confirmó la existencia de tres policromados al óleo que sufrieron cambios en diferentes etapas.
La original, una decoración medieval, permanece muchos restos, como los que luce el ángel que porta la columna o los que llevan la cruz del parteluz. Además de pigmentos originales, se han identificado láminas metálicas de oro y algunos usos de plata.
La segunda policromía data del siglo XVI, añadidas al mismo tiempo que las primeras modificaciones que sufrió la fachada exterior del Obradoiro. El uso del color es diferente en este período, en el que predominan los tonos intensos. A pesar de que durante el Renacimiento la se perdió un poco la originalidad medieval, aún destacan elementos singulares, como la decoración de mantos y túnicas con técnica origen flamenco que imitan los relieves de tejidos bordados.
La tercera policromía, la más visible en la actualidad, data del siglo XVII y cuenta con una paleta cromática muy similar a la renacentista, con más presencia de oro.
El autor de la policromía de rostros manos y pies fue Crispín de Evelino, que trabajó en 1651. Así consta en un documento conservado en el Archivo de la Catedral. A partir de ese momento aparecen policromados parciales que tenían como función cubrir y reparar las zonas más gastadas.
Uno de los episodios que alteró el aspecto del Pórtico fue el vaciado en yeso que se realizó para el Victoria and Albert Museum de Londres en 1866. Así, se localizó en una junta del tímpano del Pórtico un cuchillo con restos de escayola y una caja de cerillas datada en el último cuarto del siglo XIX, pruebas inequívocas de esta agresiva intervención.
FASES DE LA INTERVENCIÓN
Las actuaciones sobre el Pórtico comenzaron en 2009, auspiciadas por el Programa Catedral, promovido por la Fundación Catedral y la Fundación Barrié, en colaboración con la Consellería de Cultura de la Xunta y del Instituto de Patrimonio Cultural de España.
El presidente de la Fundación Barrié, José María Arias Mosquera, reconoció que el del Pórtico fue uno de los “proyectos más importantes, más largos y más complejos” a los que se ha enfrentado la entidad.
Se realizaron hasta 20 meses de monitorización de las condiciones ambientales del Pórtico y su influencia en la obra, así como estudios detallados antes de iniciar el trabajo, que atrajeron a investigadores nacionales e internacionales. Fue necesario intervenir en fachada y cubiertas del Obradoiro para frenar la entrada de agua al recinto que estaba dañando especialmente los restos de policromía.
En 2015 se completó el montaje del andamio para poder acceder a todos los relieves del nártex y abordar su intervención directa, una estructura que ha mantenido durante años oculta la gran obra del Maestro Mateo.
La obra está ahora abierta para que compostelanos, peregrinos y viajeros disfruten del Pórtico de la Gloria en todo su esplendor.
