Camino de Santiago desde Ferrol, una vía para recuperar el encanto ártabro

El Camino Inglés es una de las vías menos concurridas de todas las que confluyen en Compostela. No solo desde que se recuperó la tradición, a finales del siglo XX, si no que el cisma en la Iglesia Occidental del siglo XVI menguó en extremo este camino anfibio que, asta entonces, conectaba la cristiandad hiperbórea con la tumba del Apóstol.

Sin embargo, nos encontramos ante uno de los Caminos a Santiago mejor cuidados y señalizados de todos. Una senda jacobea que atraviesa ciudades históricas y paisajes naturales que permanecen bastante inalterados.

Conocer la costa Ártabra con el bono Iacobus nos da la ventaja de sobreponernos a la única “pega” que se le puede poner al Camino Inglés, que es la relativa falta de servicios dedicados específicamente a los peregrinos. Esta ausencia, comparados con otros Caminos, es debido a que se trata, con decimos, de uno de los caminos menos transitados. Aunque las sendas están señalizadas y limpias, existen menos albergues.

La costa Ártabra se convirtió en un refugio para las embarcaciones que transportaban a peregrinos. Llena de entrantes y puertos seguros en una costa sacudida por tempestades bastante a menudo. Los puertos de atraque de los barcos llenos de escoceses, irlandeses o escandinavos fueron rápidamente conocidos como Magnus sinus Artabrorum, y se buscaban aquellos lugares más próximos a caminos reales por los que emprender la marcha hacia Santiago de Compostela.

Un camino anfibio, un modo de transporte que, si bien entrañaba riesgos obvios, era más rápido que completar la ruta a pie o a caballo. Los peregrinos que se lanzaban a caminar desde Roncesvalles podían tardar unos cinco meses, mientras que la ruta marítima se completaba en tres semanas. Además, el riesgo de encontrarse con salteadores de caminos era infinitamente menor.

¿Qué ver?

La primera etapa de nuestro viaje está en puerto de Curuxeiras, en Ferrol. La ciudad departamental ha cambiado mucho durante el siglo XX pero mantienen el atractivo de Una ciudad trazada con la razón, marcada por su urbanismo ortogonal, su arquitectura lineal y modernista y la silueta de sus antiguas industrias navales. Nuestro Camino nos llevará a ver alguna de las construcciones más importantes de Ferrol: el castillo de San Felipe, levantado en la entrada de la ría por Felipe II, y los Arsenales Militares, cuya historia se remonta al año 1749; la concatedral de  san Xiao. La etapa sigue cruzando la ría hasta llegar hasta Fene. Antes, atravesaremos algunas de las playas y calas calmadamente salvajes que jalonan cada esquina dela ría de Ferrol. Un paisaje único aún por descubrir.

Tras descansar en Cabana, nos dirigiremos hacia la meta ne nuestra siguiente etapa: Betanzos dos Cabaleiros.

Betanzos

Betanzos dos Cabaleiros es una de las villas más intrigantes del litoral gallego. Jalonada con excepcionales ejemplos de arquitectura gótica y singulares lugares de esparcimiento, como el Pasatempo, un parque de atracciones avant-la-lettre construido por un indiano y que se encuentra en un estado semi ruinoso, aunque aún es fascinante ver las construcciones.
El nombre completo de la villa nos remite a su pasado noble. Fue corte del rey García y recibió prebendas y fue cuna de muchos solares de la veja nobleza galega. El pasado sigue presente en Betanzos presente en su casco monumental, declarado conjunto histórico artístico.,

La vinculación con la tradición jacobea es manifiesta en la propia Iglesia de Santiago, una de los tres templos góticos más destacados de Betanzos

Iglesia de Santiago

La iglesia de Santiago de Betanzos fue construida por orden de Fernán Pérez de Andrade o Mozo.
Se trata de un edifico básicamente gótico con los arcaísmos románicos habituales. Es un voluminoso templo con ábside poligonal decorado con ventanales rasgados, con gran puerta occidental cuyas agudas arquivoltas cobijan un tímpano que representa a Santiago montado a caballo con la cruz y la espada.

Es destacable la arquivolta central con figuras radiales de los apóstoles y en el medio una estatua central, de mayor tamaño, que representa a Cristo en majestad y que se relaciona con el propio Pórtico de la Gloria, epítome de la tradición de portadas góticas, que solían representar escenas de la Revelación y la Jerusalén Celeste.

La iglesia de Santiago posee interesantes sepulcros y varias capillas señoriales. El retablo se atribuye a Cornelio de Holanda.

Betanzos es hogar de la que probablemente es la mejor tortilla de España, muy jugosa. La tortilla de Betanzos solamente lleva 4 ingredientes: huevo, patata gallega(idealmente de la variedad kennebec), aceite de oliva virgen y sal. Las patatas se cortan pequeñas, finas e irregulares, y es necesario un buen aceite de oliva y una sartén que no se pegue para poder darle las vueltas. Los huevos son camperos de gallinas que crían en libertad.
Primero ponemos una buena cantidad de aceite de oliva virgen extra en una sartén a fuego fuerte y añadimos las patatas bien secas: pronto bajamos el fuego a medio-bajo para conseguir que la patata quede ligeramente confitada. Cuando las patatas empiezan a estar translúcidas y ligeramente doradas en los bordes, es el momento de cascar unos 14 o 15 huevos camperos en un recipiente grande.

Dejamos atrás la villa del Mandeo y encaramos nuestra última etapa hacia Santiago. Llegaremos a nuestra meta a través de su entrada norte. La senda umbra nos ofrece algunos topónimos relacionados con el camino Inglés y atraviesan frondosos bosques y paisajes escarpados. Un camino que aún conserva su espíritu auténtico, a la espera de  aumentar más el reconocimiento debido a varias comarcas que guardan piezas fundamentales del Camino de Santiago y la historia de Galicia.

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