La primera semana del año 2019 nos sirve para hacer balance sobre los datos del año que concluye y los resultados son novedosos: por primera vez, en 2018 hubo más mujeres que completaron las rutas a Compostela: las peregrinas fueron el 50,35% mientras que los peregrinos supusieron el 49,65%. 164.836 mujeres por 162.542 hombres. Por otra parte, se confirmó la tendencia de la década: el camino de Santiago confirma su dimensión internacional con más peregrinos llegados del extranjero que desde España. Los peregrinos del resto del mundo son mayoría en el Camino de Santiago desde 2012.
Alemania (14%), Estados Unidos (10%) y Portugal (8%) ocupan el podio de los peregrinos. por comunidades autónomas, Andalucía (21%), Madrid (20%) y Comunidad Valenciana (12%) concentran el mayor número de credenciales.
En total, alcanzaron Santiago de Compostela 327.378 peregrinas y peregrinos, una cifra récord absoluto. El último Año Santo, en 2010, marcó el primer techo de peregrinos, casi 272.000, cifra que se ha ido superando cada año.
Aumentan de forma desigual los usuarios de los caminos a Compostela. El Camino Francés solo subió un 3% en el último ano e no iguala la cifra de peregrinos de 2010. La Vía de la Plata también sigue estancada desde 2013.
Las restantes vías experimentan un ascenso superior. Lidera el Camino Portugués, que en 2018 duplicó cifras de 2010. El Camino Inglés experimentó un aumento espectacular con un 120% más de peregrinos que en 2010.
Peligros de la masificación
La progresión en las cifras ha sido utilizada por la administración autonómica como un éxito en su gestión turística pero la Xunta de Alberto Núñez Feijóo parece obviar los desafíos y peligros que surgen de la apuesta por la masificación y la falta de coordinación entre los diferentes sectores productivos de Galicia. Desde los acondicionamientos agresivos en muchos tramos (el uso de cemento y pasarelas de concreto en zonas rurales ya fue denunciada por asociaciones de peregrinos y ecologistas). El polémico proyecto minero de Touro-O Pino promete ser una fuente de problemas también en 2019 desde que Román Rodríguez, conselleiro de Cultura, minimizó el informa de Icomos sobre el impacto de la mina en el trazado del Camino Francés.
El miembro del gabinete de Feijóo minimizó la advertencia de la institución responsable de las declaraciones de Patrimonio de la Humanidad. El organismo dependiente de la Unesco aseguró en un informe que las agresiones previstas en el proyecto minero eran incompatibles con la permanencia del camino en la lista de Patrimonio de la Humanidad, una fuente primordial de la fama del fenómeno xacobeo.