Las obras de restauración de elementos estructurales, cubiertas de la nave central y crucero de la Catedral se iniciaron a finales del mes pasado. A pesar de que los servicios litúrgicos se han trasladado a otros templos de la ciudad, el interior de la catedral permanecerá abierto para fieles y visitantes desde las 09.00 hasta las 19 horas.
Los trabajos en el interior afectan a los paramentos, pilares y revoques de las bóvedas. Además de renovar muros, se restaurarán elementos singulares tales como esculturas, rejerías y vidrieras. En la tribuna también se intervendrá en el pavimento de piedra, saneando las losas y reorganizando la canalización de instalaciones y cableado. Por último, se renovarán carpinterías de bronce, ejecutando unas nuevas de madera que permitan una mejor ventilación permanente. Durante todo el proceso, la catedral seguirá estando abierta, accesible
Las cubiertas afrontan una renovación integral para solucionar los importantes problemas de filtración de agua y que causan problemas de humedad en la bóveda del interior de la nave. Los operarios sustiruirábn el enlosado actual de la cubierta, que no se cambia desde que se colocó en la década de 1960. El nuevo piso contará con un sistema de impermeabilización, sobre la que se dispondrá una nueva solución de enlosado de piedra, que garantice la estanqueidad al agua de lluvia y permita al mismo tiempo el levantamiento de las losas para tareas de mantenimiento e inspección.
“Tríptico de Pentecostés” exhibido en el Museo de la Catedral
Las tareas de restauración del Tríptico de Pentecostés, obra del compostelano Juan Luis López, se presentaron en las dependencias del museo de la catedral. La pieza fue un encargo de la catedral compostelana y estaba destinada, originalmente, a la Capilla de Sancti Spiritus. En los años centrales del siglo XX fue trasladada a la Capilla de la Comunión de la que se retiró, ya en mal estado de conservación, a almacenes y estancias del complejo catedralicio. En el Tríptico, Juan Luis López desarrolló con gran maestría sus conocimientos de pintura antigua italiana. En su obra destaca por la influencia prerrafaelita.
La tabla central representa la escena de Pentecostés, con la imagen de María, entronizada, acompañada, a ambos lados, por once apóstoles que son testigos de la venida del Espíritu Santo. En la tabla de la izquierda, se representa a Santa Isabel de Portugal, peregrina a Compostela en 1326, con el Pórtico de la Gloria de fondo; y, en la de la izquierda, a San Francisco de Asís, quien, según la tradición, también habría peregrinado a Santiago, en 1214, fundando la primera comunidad franciscana de España.