¿TERRORISMO TURÍSTICO EN SANTIAGO?
O… simplemente ignorancia e imbecilidad.
Santiago de Compostela es una ciudad que vive básicamente de tres industrias importantes, la más antigua el turismo como final del Camino, la Universidad, que llegó después y el Gobierno de Galicia fue un premio de la lotería que le cayó a Santiago, históricamente hace tres cuartos de hora.
Para las personas que amamos, promovemos y vivimos del turismo, a la capital de Galicia han caído como un mazazo las ultimas noticias de las pintadas barbarás en la Catedral y su Plaza del Obradoiro uno de los iconos más bellos de Galicia y también de España.
Santiago se ha visto gracias a estos irresponsables en las páginas de los diarios y lo que es más en las televisiones de una buena parte de Europa y aun de más allá, esto ha sembrado una inquietud general de futuro.
El Obispado de Santiago, apoyado por otras entidades imagino, está haciendo grandes inversiones para hacer brillar a esta joya de la cultura Europea el próximo Año Santo que llegara tras una larga sequia por las razones de calendario de este evento, y no entro en otros tipos de consideraciones ni culturales ni religiosas ni de ningún razonamiento otro tipo.
Algunas personas no sé por qué razones han decidido llamar la atención negativa sobre la querida Ciudad del Apóstol, que en próximas fechas creara esos cientos de empleos necesitados básicamente por los jóvenes de Galicia y de todas las partes del país.
Mis amigos de Santiago hablan de la indignación ciudadana pero yo creo que es necesario algo mas desde los estamentos públicos, educativos y religiosos es necesaria una campaña de concienciación que recuerde a los habitantes de Santiago y sus cercanías la importancia que para la ciudad y para su entorno también, traen esos miles de visitantes que les llegan cada año y que aportan una humedad distinta a la climática: la economía turística que a todas partes llega, hasta a los sectores mas impensados.
De todos y cada uno de los habitantes de Santiago, todos deberían de estar implicados en ello depende que el año 2021 y los demás sean un éxito.
Antonio Caballos García