Los precios de los albergues de peregrinos gestionados por la Xunta de Galicia sufrirán una dos revisiones al alza de forma consecutiva desde este mes hasta 2012, próximo Año Santo
Los albergues de la red pública autonómica cobraban hasta octubre seis euros por persona y noche; está previsto que a partir de ahora se cobre ocho euros por pernocta y en 2020, se aumentarán otros dos euros, pasando a costar 10 euros en total.
La Consellería de Cultura e Turismo ha señalado que los precios se mantenían congelados desde 2014 y que fue la administración autonómica quien se encargó de las obras de ampliación y mejora necesarias a lo largo de este lustro.
Por otra parte, la congelación de precios fue un tema polémico entre administración y propietarios de albergues privados y establecimientos hoteleros. El sector se quejó en numerosas ocasiones que esta táctica era desleal hacia los propietarios; además, otro foco de tensión fueron las normas sanitarias aplicadas al sector.
La Red Pública de Albergues del Camino de Santiago en Galicia, nacida en 1993, gestiona 3.000 plazas de alojamiento repartidas en 69 centros. No se admiten reservas y las camas son asignadas según orden de llegada, con prioridad para los peregrinos a pie y las personas que sufran algún tipo de limitación física.
Regulación de los pisos de uso turístico
El aumento de precio d ellos albergues gestionados por la Xunta no es la única novedad con respecto a los alojamientos destinados a visitantes. Corporaciones municipales del área de Compostela mostraron su voluntad de regular y acotar los pisos turísticos. Arca O Pino es el último concello que manifestó su intención de contabilizar y regularizar el uso de los pisos turísticos.
El lugar de O Pedrouzo es uno de los más concurridos en los últimos tramos del Camino Francés y, a pesar de que vivió una fase de expansión en el sector terciario gracias a la continua afluencia de peregrinos. El concello de O Pino cuenta con 1.729 plazas, hoteleras, de las que 1.300 están en Arca. La inmensa mayoría de estas plazas perteneces al manos privadas, mientras que 162 son de dos albergues gestionados por la Xunta. Los meses de mayor afluencia de peregrinos hacen insuficientes estas plazas y ya han proliferado los pisos turísticos. Desde la corporación municipal de O Pino se manifestó la intención de establecer una norma regulatoria sobre este fenómenos.