Mientras en el sector turístico agoniza después de año y media de 0 ingresos, endeudado el que puede , con ayudas a cuentagotas y que llegan con retraso , con la mayor parte del personal en ERTE , con compañías aéreas rescatadas que no han devuelto los reembolsos a sus clientes, con hoteles cerrados y los abiertos con telas de araña , con agencias de viajes menospreciadas e ignoradas tanto por la administración pública y asumiendo la responsablidad de sus proveedores ( gracias Iberia, Rayanair , Air Europa … ) , con guías desorientados y una hostelería que a lo máximo que puede aspirar es a pagar la luz sirviendo cañas a la chavalada , llegamos a Fitur y descubrimos la nueva y vieja realidad.
Y digo la nueva realidad porque las empresas y los empresarios ya no tienen ni cabida , ni importancia y después de año y medio de pandemia , lo que ha quedado claro es que somos completamente prescindibles y estamos abocados a una especie de cola del hambre , a pedir ayudas y a padecer en silencio como decía el el anuncio de una crema hemorroides. Igual es el momento para replantearse ciertas cosas.
Y digo vieja realidad porque desde hace más de 25 años que voy a Fitur , nunca han falta todos los políticos , NUNCA. En cambio ahora, ya no hay empresarios, ya no hay empresas. Y lo que queda también muy claro , es que ustedes , sus señorías , son los imprescindibles.
Suerte que tienen algunos que pueden estar durante unos días a cuenta de todos en el país de la libertad tomándose unas cañas en una terraza ¡ que les aproveche !
Pd : Siempre nos quedará Andorra ¡