Un elixir hecho por el tiempo, la paciencia y un entorno único. Así es el vino dede Quiroga, que mañana celebra su fiesta de exaltación. Esta feria comenzó a celebrarse allá por 1982, y entre sus casetas desmontable y variable, se esconden los secretos de los productores. Los caldos de esta fiesta mantienen aún el toque tradicional de los pequeños bodegueros y cada caldo está conseguido según las recetas tradicionales.
Las casetas para visitar y catar se encuentran en la rúa Real, y en el recinto ferial, donde se lee el pregón que marca el inicio de la feria, y donde se colocan puestos con productos que casan especialmente bien con el vino de Quiroga: pan, miel, castañas secas, etecé.