Pontevedra es la ciudad que abre el interior de su provincia al mar. Es cruce de caminos en un lugar privilegiado y estratégico, por donde pasa el Camino de peregrinaje portugués a Compostela. En la última curva del río Lérez, antes de abrirse a la ría de Pontevedra, está situada Pontus Véteri, como llamaban a la ciudad gallega en la época romana, que significa ciudad vieja. Esta situación geográfica dio lugar a su origen, romano, al pie de un puente, el del Burgo, que cruzaba una calzada que comunicaba Braga, Lugo y Pontevedra.
La leyenda cuenta que fue fundada por el héroe griego Teucro, participante en la guerra de Troya. De la historia de la ciudad se sabe muy poco hasta que en 1169 Fernando II concede foros al burgo Pontus Veteri, que poco después fue donado a la iglesia compostelana.
Comenzaremos nuestro paseo por la atractiva zona antigua de la ciudad, que destaca, más allá del indudable interés de sus monumentos, por su harmonioso conjunto pétreo, lleno de casas nobles blasonadas, soportales y plazas que mantienen una fuerte vitalidad urbana.
Infinidad de plazas, y cada una de ellas con su propia historia, Praza do Teucro, Curros Enríquez o Méndez Núñez, donde vemos las huellas de la hidalguía en numerosas residencias. Es muy interesante pasear por estas laberínticas pero evocadoras calles que se abren continuamente en estas acogedoras plazas que en varios casos mantienen el nombre de su vocación mercantil tradicional, como la de la Verdura, donde aún hoy en día se continúa su venta, o la de la Leña, muy típica y de carácter popular. Y en la que no podemos pasar por alto las casas de buena cantería granítica, soportales, galerías y un cruceiro que conforma una de las postales más conocidas de la urbe. En esta misma plaza los turistas tampoco pueden perderse la visita al Museo de Pontevedra, por su importancia y la gran variedad de sus colecciones.
Continuamos camino en la búsqueda de la Praza da Ferrería, la plaza más emblemática de la ciudad de Pontevedra. Su nombre se debe a las forjas que existían en sus soportales. Está organizada en torno a una muy bella fuente del siglo XVI, donde encontramos un amplio espacio abierto que incluye la Praza da Estrela y los Jardines de Casto San Pedro. Es este el corazón de la ciudad vieja, lugar de paso, ocio y celebraciones variadas, en el que destaca la presencia del convento de San Francisco y de la Iglesia de la Peregrina.
De La Peregrina a Compostela
En 1778, un 18 de junio, se coloca la primera piedra del Santuario de Nuestra Señora del Refugio de la Divina Peregrina. Nombre extenso el de la Capilla de la Peregrina, cómo extenso es el cariño que en Pontevedra recibe la Patrona de la Provincia y de todos los peregrinos que por allí pasan. La Peregrina, situada al pie del Camino Portugués a Compostela, fue erigida con forma de vieira y fachada curva.
La capilla se finalizó en 1790 y disponía de un atrio y fuente similar a la actual. Cien años más tarde, se suprime la fuente y el cierre dejando una corrida escalinata en curva. Adopta el actual estado en 1954, cuando se vuelve a cerrar el atrio y se instala la fuente, aunque es más tarde cuando se añade sobre el arco de la fuente la figura de Teucro, fundador de Pontus Veteri.