Rafael Alberti fue uno de los intelectuales comprometidos que fundaron un estereotipo complicado y seductor en las primeras décadas del siglo XX: aquellos jóvenes adultos que abandonaban vidas confortables para bajar al campo de batalla mientras buscaban cambiar el mundo de la única manera posible, aún cuando esa mudanza pudiese arrastrarlos a la penuria, como sucedió a menudo en muchos lugares de Europa y Occidente. Rafael Alberti fue un poeta alegre y hermoso, un arengador duro y preciso y un pintor no tan conocido.
La Sala Municipal de Exposiciones del Museo de Pasión de Valladolid acogerá a partir del 11 de marzo más de un centenar de obras inéditas entre dibujos originales, grabados y documentos del hombre de El Puerto de Santa María dentro de la muestra ‘Rafael Alberti, oculto’, producida por la Fundación Municipal de Cultura en colaboración con la Fundación que lleva el nombre del poeta.
Se mostrarán por primera vez obras no conocidas del gran poeta y pintor: los visitantes podrán acercarse a esas dos caras de Alberti, la de pintor y la de poeta, a través de dibujos que se muestran por primera vez y acompañados por algunos de los versos que el artista dedicó a su otra gran pasión: la pintura.
“Dotado de una sensibilidad única estas obras son un canto a la poesía, al amor y a la belleza”, destacaron fuentes de la Fundación de Cultura antes de señalar que Alberti refleja en sus dibujos, a través de colores vivos “que se entremezclan con la oscuridad y las líneas curvas que se convierten en caligrafías de gran originalidad y plasticidad”, su idea sobre la vida, que es “amor y dolor, libertad y sufrimiento”.
Asimismo, se muestran también algunos documentos poco conocidos por el público que muestran la relación de Rafael Alberti y el poeta vallisoletano Jorge Guillén.