El 13 de noviembre de 2002, el petrolero Prestige, con 77.000 toneladas de fuelóleo abordo, lanza su primera señal de socorro desde las costas gallegas. Se encuentra a la deriva frente a Muxía. Comienza así una de las mayores catástrofes ambientales en Galicia. Hoy se cumplen diez años del inicio de esa tragedia para la vida natural marina de Galicia y para su gente; y también hoy se reanuda un juicio en el que no serán juzgados los responsables políticos de ese biocidio.
Por este motivo, la Asociación pola defensa da Ría (APDR) organiza para este sábado, 17 de noviembre, una “Festa-concerto Homenaxe ao Voluntariado”, en Pontevedra, donde no faltará la empanada, el “polbo” y el vino. El 19 de noviembre, Nunca Máis iniciará también un monumento para agradecer a los voluntarios la inestimable ayuda prestada cuando los mecanismos oficiales del Gobierno fallaron estrepitosamente. Para este Homenaxe a Marea Branca piden llevar pequeñas piedras con las que formar la base de un monolito.
La fiesta en homenaje al voluntariado será en el Recinto Feiral de Pontevedra a partir de las nueve de la noche con las actuaciones de Xurxo Souto e os Tres Trebóns, Sés, Ruxe Ruxe y Tiroliro. Durante esta cita también podrá degustarse pulpo, empanada y vino.
La entrada cuesta 7 euros y se puede adquirir ya a través de los teléfonos de la APDR: 666.621.438 y 657.095.584
Por su parte, Ecologistas en Acción organiza exposiciones, conferencias, pasacalles y proyecciones en este negro aniversario. Una exposición fotográfica titulada “Memoria negra de un desastre” puede verse hasta el viernes en Santander. También en Cantabria se organizan dos marchas a las zonas del litoral donde las personas voluntarias coordinadas por Ecologistas en Acción participaron en labores de limpieza. Las marchas permitirán comprobar la situación de las playas y recordar experiencias diez años después.
La organización ecologista Greenpeace, por su parte, denuncia que continúan navegando buques monocasco por aguas comunitarias y, por ello, exige al Gobierno del Estado español que lidere ante la UE la petición de nuevos “cambios legislativos” que eviten que la normativa marítima actual siga amparando a la industria petrolera. Así lo alerta en el informe Otro Prestige es posible, en el que destaca que “las raíces del problema se mantienen” y “puede
En cuanto al impacto del Prestige en aguas profundas, advierten que la investigación científica es muy compleja y muy limitada en el tiempo, no solo por los frecuentes temporales en la zona, sino también por el alto coste. En un comunicado Pilar Marcos, responsable de la campaña de Costas de Greenpeace España afirmaba: “Qué pena que los verdaderos responsables del desastre no estén sentados en el banquillo de los acusados y qué pena que, por tanto, no se pueda compensar toda la naturaleza perdida. Quien contamina, ¿paga?”
