La compañía eléctrica Iberdrola planea reducir 30 metros el caudal del Sil durante ocho meses –desde abril hasta noviembre– en 2010 para poder dragar el río. Durante este año, como máximo se habían reducido quince metros, por lo que los concellos de la Ribeira sacra comienzan a temer porque se cercene uno de los recursos turísticos más importantes de la comarca y empiezan a plantearse qué hacer. En concreto, las instituciones municipales temen por la navegabilidad del Sil con esta drástica reducción del caudal, hará que el catamarán que surca el río no pueda navegar.
Según el concello de Monforte de Lemos, cada año 30.000 personas utilizán este servicio para conocer una de las comarcas más bellas de Galicia.
Tanto las instituciones comarcales como provinciales se reunieron para buscar soluciones para amortizar la previsible baja de visitantes en año Xacobeo. Las primeras actuaciones apuntan a que se constituirá una comisión técnica compuesta por un economista, un biólogo, un abogado y un historiador de la Universidade de Santiago de Compostela para elaborar propuestas que sirvan como alternativa a una más que previsible pérdida de ingresos.
La Asociación de Profesionales de Turismo Rural Lugo Sur valoran positivamente que se constituya esta comisión, aunque cree que llegan algo tarde. También demanda de Iberdrola una mayor sensibilidad con los hosteleros de la zona.
Los trabajos de la compañía eléctrica para ampliar la potencia en el embalse de Santo Estevo siguen causando polémica en la zona por la cantidad de sequías que producen en el río. Ecologistas y políticos reclamaron que se paralicen las obras, pero no solo no paran, sino que ya afectan a uno de los atractivos más siginificativos: los catamaranes.