La vendimia en las cinco subzonas que componen la Denominación de Origen Ribeira Sacra comenzó oficialmente el 17 de septiembre, y se prolongará en algunos casos hasta finales del mes de octubre. El presidente del consejo regulador, José Manuel Rodríguez, confirmó que los precios se mantendrán “estables” en esta campaña, puesto que oscilarán entre 1 euro y 1,20 euros por kilo, gracias al acuerdo alcanzado por los viticultores con las principales bodegas.
Con respecto a la cosecha de este año, destacó que el estado sanitario de la uva es muy bueno y que las condiciones climáticas han adelantado ligeramente su maduración, más o menos en una semana –según los controles realizados por el propio órgano rector-, por lo que la vendimia también comenzará un poco antes.
Por otra parte, José Manuel Rodríguez confirmó que la producción será ligeramente superior a la del pasado año y rondará los cinco millones de kilos, por lo que las 96 bodegas inscritas en el registro oficial podrán elaborar unos 3,4 millones de litros de vino –el porcentaje de transformación del fruto en caldo es del 67%-.
En cualquier caso, Rodríguez también dejó claro que las bodegas inscritas en el registro oficial de la denominación de origen necesitan que la producción de uva, fundamentalmente de las variedades tintas, aumente en un millón de kilos para cubrir la demanda comercial que tienen sus vinos.
“En estos momentos nos falta un millón de kilos de uvas, porque de los 2,8 millones de litros que elaboramos con la cosecha del pasado año ya han sido vendidos 2,2 millones. Sólo quedan en las cubas unos 500.000 litros que, seguramente, serán embotellados para salir a
l mercado en los próximos meses”, aclaró Rodríguez.
A su juicio, en el éxito comercial que están cosechando los vinos de la Ribeira Sacra “lo más importante es que el producto le gusta al consumidor”. Rodríguez piensa que es fundamental “hacer las cosas bien día a día” y, aunque no desprecia el valor de los premios o las opiniones de expertos catadores en publicaciones especializadas, también opina que “un 98% de la gente no va a comprar un vino porque lo diga Parker o cualquier otro”.
Como conclusión Rodríguez cree que para apuntalar el futuro de la denominación es imprescindible mantener la buena imagen de marca conseguida, porque “la tarea de toda una vida se puede perder con sólo un año malo”.
