La vieira, uno de las especies más apreciadas de la despensa marítima gallega regresó a los mercados tras diez meses de veda en su captura por toxina, justo a tiempo para la campaña de Navidad. Medio centenar de embarcaciones de Cambados y Rianxo salieron el miércoles a capturar este bivalvo. Con un tope de cuarenta kilos por tripulante a razón de tres marineros por embarcación, cada barco regresó a puerto con 120 kilos de este producto, algo que no se veía desde febrero.
Debido a que se trata de una especie muy sensible a las toxinas, sólo puede ser extraída para su evisceración –se saca de la concha y se le amputa el hepatopáncreas, órgano afectado por la toxina—y no pasa por la lonja para ser vendida de forma habitual (por subasta), sino que se entrega en las dependencias de la empresa Vieira de Galicia, encargada de su tratamiento y que posee la exclusividad en su comercialización.
La vieira se extrae en el corazón de la ría de Arousa, entre las comarcas de O Salnés, al sur, y Barbanza al norte. De ahí los marineros llevan su carga hasta el puerto primero, donde recolectores y empresa pactan precios y a las depuradoras después. Las obtenidas el miércoles alcanzaron un precio de 3,90 euros el kilo. Hoy las vieiras se eviscerarán, etiquetarán y precintarán para asegurar la seguridad de su consumo.