“Camiño á fin da Terra” (Camino hacia el final de la Tierra) es el estudio de investigación realizado por el geógrafo e historiador de Muxía, Manuel Vilar Martínez, que mereció el “Premio de Investigación Rutas Xacobeas” que promueve la Asociación Oficial de Cámaras de Comercio dos Camiños Xacobeos. La entidad falló a su favor por “la originalidad, rigor y profundidad” de la obra, que analiza el camino de peregrinación a Fisterra (A Coruña).
El presidente de la Asociación, Jesús Asorey, resaltó la “gran labor bibliográfica” realizada por el autor, junto con su “vocación interdisciplinar”, al tiempo que expresó el deseo de que el trabajo se revele como “una guía muy importante” de esta ruta xacobea. Asorey explicó que el galardón trabaja para “mantener la continuidad” de los Caminos, e insistió en promocionar “una fuente de riqueza que va más allá del Año Santo”.
En su turno de intervención durante la rueda de prensa, el galardonado expresó que su intención fue la de difundir el territorio para que la gente lo conozca y advirtió de la necesidad de “aprovechar mejor” un producto que tiene una “demanda universal”, porque también para muchas poblaciones de la zona esta vía supone “la única salida” para prosperar económicamente y mejorar su calidad de vida. “El camino puede ayudar a buscar un valor añadido al patrimonio cultural, un valor de rentabilidad económica asociada a nuevas formas de ocio y de turismo, pero también un valor social que pueda dar salida a problemas actuales, por lo tanto
un valor de armonización social”, indicó Vilar Álvarez.
Por su parte, Ignacio Santos, gerente del Xacobeo recordó la apuesta por la reactivar los diversos pueblos del Camino, aunque lamentó que no siempre se pueda lograr.
Fuentes orales y carencias en el Camino
La obra de Vilar, dividida en siete capítulos, le otorga un gran peso a las fuentes orales, ya que, según el autor ahora es “un momento clave” porque “va a desaparecer” la última generación que recuerda por donde pasaban los Caminos.
La primera parte de la obra reflexiona, entre otras materias, sobre lo “poco aprovechado” que se encuentra Ponte Maceira, en Ames (A Coruña), así como la “mala situación” del albergue situado en Negreira (A Coruña).
Vilar explicó que lugares como Cee “siguen sin tener importancia” en el mundo xacobeo y puso de ejemplo el caso de a Olveiroa, en Dumbría (A Coruña), transformada con un “cambio radical” gracias a la inauguración de un albergue en el año 2000.
En el último tramo del estudio, el autor apuesta por Fisterra como “motor” del Camino y subraya su papel “relevante en todo el mundo”.
