Finalizados julio y agosto, en las villas y zonas de veraneo de la provincia pontevedresa comienzan las cuentas sobre la ocupación hotelera. Las cifras anuales no son mejores que las de otros años, pero tras barruntar una de las peores crisis económicas, un 5% menos de ocupación en agosto en Vigo no es percibido como un desastre por el sector. Si trasladamos la comparativa a la zona de Rías Baixas, la caída de visitantes se eleva hasta el 9% menos que en 2008. Estos datos están reflejados en el informe del Observatorio Turístico de la provincia.
A pesar del retroceso en el número de visitas, desde la diputación acogen con cierto alivio las cifras, ya que en una circunstancia económica adversa, las predicciones apuntaban a una caída de veinte puntos en la zona. Un mal agüero que, finalmente, se quedó en siete puntos. Un descenso moderado que sí se convirtió en acusado en otras zonas de tradicional veraneo, como el Levante o Canarias.
El área viguesa registró una ocupación del 82% de sus plazas hoteleras, cinco por ciento menos que el verano pasado, aunque desde el sector no se mostraban disgustados con la cifra.
Los puntos fuertes del veraneo pontevedrés, sin embargo, han resistido a la crisis y presentan incluso cifras mejores que las del curso pasado. Sanxenxo y O Grove incrementaron el número de personas en sus hoteles, mientras que Baiona perdió cinco puntos.
Fuentes de observatorio turístico apuntan a que internet se ha convertido en un canal de comunicación de referencia para la zona. Por ejemplo, el hecho de que la playa de as Rodas apareciese dentro del top ten de playas mundiales elaborado por el periódico inglés “The Guardian” supuso una inyección de publicidad que aportó 65.000 visitantes al arenal. Otro reclamo que gana enteros son las Illas Ons, donde hubo 30.000 visitas, lo que la confirma como un destino apreciado por los turistas que se acercan a Galicia.
Dentro de las preferencias de los turistas por el modo de alojarse en la zona, el camping aparece como el más favorecido este año. La ocupación de las plazas ofrecidas aumentó un 10% con respecto a agosto de 2008, e incluso algunos establecimientos llegaron a la plena ocupación algunos fines de semana en o Morrazo y Cíes. Otros establecimientos beneficiados por las medidas de ahorro fueron las pensiones y hostales, que acogieron al 10% y al 8% de los visitantes de la zona.
Sin embargo, entre los que escogen las Rías Baixas como destino y disponen de una renta media-alta, el turismo rural sigue siendo la preferencia. Para aquellos cuyo presupuesto para alojamiento se estire hasta los 600 euros de media para una estancia de cuatro días. Gracias a los visitantes que repiten, un 63,75%, las casa rurales mejoraron sus resultados.