El error cometido por la industria bodeguera australiana comienza a pasar factura en las Antípodas. En Australia se plantan desde 1989 supuestas cepas de albariño obtenidas en esa década en Francia. La confusión amenaza ahora al sector vinícola, que coloca con éxito el supuesto albariño en Estados Unidos aprovechando la fama y buenas críticas con las que cuenta el caldo de origen gallego en el país americano.
El origen del error se encuentra en 1951, cuando el Encín, centro de estudios varietales madrileño, solicita una planta de albariño para su estudio. Un vivero de Galicia envía una planta de savagnin blanc por error. En 1983, el Encían envía la planta a la colección Vassal, en Francia, donde unn científico, sin percatarse del error cometido, publica un estudio en el que se vincula la uva albariña con el savagni. Seis años después, desde Australia solicitan muetras de la vid para realizar estudios, aunque después se comercializan.
Un año después un grupo de científicos del CSIC, durante una visita a las instalaciones de Vassal, descubren el error y lo comunican al Encín.
Finalmente, dieciocho años despues, en 2008, Jean Michel Boursiquot detecta el problema en Australia. El caso concluyó la semana pasada, cuando los técnicos gallegos enviaron a Australia las pruebas de ADN que confirman el error cometido.
Todo este lapso temporal ha tenido consecuencias: durante los veinte años transcurridos, los empresairos vinícolas autralianos hicieron un buen negocio de exportación a EE.UU. Ahora se encuentran con un producto desconocido en un mercado en el que la marca es un valor capital. Weekly Times Now recoge declaraciones de productores aussies que ven con preocupación el futuro de sus cosechas después del error de la Australia´s CommonwealthScientific and Indstrial Research Organization (CSIRO) responsable de la distribución de la cepa savagnin.
Desde el CSIC se insite en el caracter puntual de este hecho: savagni y albariño no tienen nada que ver