Los amantes del enoturismo podrán visitar el pazo de Baión en la próxima Semana Santa, en la del año Xacobeo 2010. El actual propietario, la cooperativa Condes de Albarei, acaba de conseguir la licencia municipal para convertir en bodega el pazo de Baión, en el municipio de Vilanova de Arousa (Pontevedra).
Está previsto rehabilitar la bodega y crear un espacio para la degustación y exposición de los vinos elaborados con la uva de las 22 hectáreas con que cuenta esta propiedad. La dirección de Condes de Albarei espera que tras cuatro meses de obras, al menos, una parte de las instalaciones estén en disposición de recibir la visita del público para la Semana Santa de 2010. Esta propiedad fue adquirida en subasta del Plan Nacional sobre Drogas por la cooperativa vitivinícola de Cambados que pretende destinarla a la producción de un vino albariño de alta gama y a ecoturismo.
La cooperativa Condes de Albarei, que está integrada por 400 socios, piensa invertir en estas mejoras unos tres millones de euros.
El hoy conocido como pazo de Baión fue conocido durante la mayor parte del siglo XX como la Finca de los Fojo. Fue Narciso Fojo, un emigrante retornado, el que comenzó a construirlo dándole aspecto de un castillo medieval, que no llegaría a ver terminado. Tampoco lo haría su hijo que decidió vender la propiedad sin haber rematado el viejo edificio que durante más de cuarenta años albergó en su planta baja las bañeras, inodoros, lavabos y radiadores de calefacción que el indiano había comprado para instalar en su palacio.
En la década de los ochenta, el abogado Pablo Vioque conseguiría hacerse con la propiedad para vendérsela a los pocos años al también narcotraficante Laureano Oubiña. Y fue precisamente este último, quién consiguió rematar la obra y elevarla a la categoría de “pazo”. La cooperativa Condes de Albarei, que se hizo con la propiedad después de que la Justicia se lo incautase a Laureano Oubiña, lo sometió a una profunda rehabilitación antes de que fuese abierto al público, por lo que no se podrá observar el estilo con el que los diferentes dueños los fueron completando.
Sin duda, dado el poder económico de su anterior propietario, el pazo de Baión podría haber pasado a la historia como el máximo exponente de la estética “narco” –-ostentación decorativa, gusto los colores claros y dorados y gran profusión de complementos de lujo– aunque en este caso, habría que explicar, que actuaba sobre el diseño y la construcción exterior de un emigrante retornado del nuevo mundo, que lo había hecho con la gran ilusión de vivir en un edificio de aspecto medieval.