Un incendio en la cripta de la nave central de la Sagrada Familia obligó a desalojar a 1.500 turistas el pasado 19 de abril. El mismo día por la tarde reabrió sus puertas a los visitantes tras el incendio que por la mañana afectó a la sacristía de la cripta. Las labores de restauración consistirán fundamentalmente en la limpieza de las paredes de la zona afectada.
Una vez abiertas las puertas del templo, a la entrada a la Sagrada Familia se formaron las colas habituales de turistas, muchos de los cuales ni siquiera se habían enterado del incendio ni de que la Basílica había sido cerrada durante casi toda la mañana.
La cripta de la Sagrada Familia -patrimonio de la Humanidad junto a la Fachada del Nacimiento del templo- fue restaurada hace dos años, unos trabajos de rehabilitación que ahora habrá que abordar de nuevo. Las llamas calcinaron un armario de madera de la sacristía donde se guardaba la indumentaria de los sacerdotes, así como algunos libros y misales, pero no han afectado ninguno de los elementos ornamentales del recinto.
El juez de guardia de Barcelona ha decretado el ingreso en prisión provisional para el hombre de 65 años acusado de provocar el incendio. El fuego destruyó casi completamente la sacristía, de unos diez metros cuadrados, y dejó ennegrecida por el humo la cripta, en la que ahora ya no se pueden celebrar misas. En el momento de la detención, José Maria L.S. llevaba en sus bolsillos dos encendedores, un esprai de aceite, una pequeña campana de cobre y plata utilizada para la consagración y cinco juegos de llaves de los cepillos.
Al parecer, el hombre, visiblemente alterado, accedió a la cripta por una rampa, donde se cruzó con una colaboradora de la parroquia que vio como señalaba elementos ornamentales del templo al grito anticlerical de “todo esto es robado”, según han explicado testigos presenciales.