Hoy parte hacia Japón un equipo de la sociedad de gestión del Xacobeo, con Ignacio Santos Cidrás al frente, para conocerel Camino Kumano Kodo. La delegación gallega visitará junto a las autoridades de la prefectura de Wakayama este itinerario espiritual, hermanado con el Camino de Santiago desde hace más de diez años.
Durante unos días, el gerente recorrerá algunas etapas del camino Kumano Kodo y visitará los templos y lugares importantes de la peregrinación acompañado de los guías oficilales y responsables de turismo del gobierno de Wakayama. El miércoles el gerente ofrecerá una conferencia sobre la conservación y utilidad del Camino de Santiago en el siglo XXI, dentro del foro que organiza el gobierno local en Wakayama sobre el patrimonio de la Humanidad.
El Kumano Kodo es un camino espiritual con varias rutas. Comienza en el siglo X cuando la capital japonesa estaba en Kyoto, una preciosa ciudad similar a Santiago. Los emperadores japoneses iban de peregrinación al sur, a la peninsula Kii en la que hoy en día hay tres prefecturas y entre ellas Wakayama.
En esta prefectura están los tres templos sintoístas más importantes de esta peregrinación “Kumano Moude”, y se cree que es allí donde viven los dioses sintoístas. Algunos moran en una cascada o en una montaña. La base de la creencia sintoísta es el respeto a la naturaleza, y está arraigada en la cultura japonesa desde la época prehistórica. Incluso un árbol milenario puede recibir el trato de un dios.
Lo curioso y original del Kumano Kodo es la convivencia con el budismo que comenzó a introducirse en Japón en el siglo VI de la India via China. Los emperadores colocaron al Buda debajo de los dioses japoneses como si el Buda fuera un dios más después del furor que causó el budismo frente al sintoísmo. Desde entonces, las dos religiones conviven en las montañas profundas de la península Kii.
El Camino de Santiago está en el extremo occidente y el Kumano Kodo está en el extremo oriente, sin embargo, Galicia y Wakayama tienen muchas cosas en común como la cultura e historia de la peregrinación, las dos tierras miran para los océanos, y las dos tierras son verdes profundas. No sería una casualidad que estos dos caminos milenarios estén hermanados. Hoy en día, para caminar estos senderos por los que han pasado millones de peregrinos, no importa de donde eres ni qué haces, sólo hay que sentir lo maravilloso que son y disfrutarlos.